El pasado dia 9 de enero, en la clase de Relgión, nuestro profesor nos propuso publiar en nuestro blog la respuesta a una pregunta del trivial de la Religión. Mi pregunta era la que veis en el titulo: ¿Que profeta anuncio el fin del exiliode los judios en Babilonia ?.
Bueno, pues investigando un poco enontre esta pagina web
Manual de Formación Bíblica
y esto es lo que dice:
1.1 El anuncio del destierro
Conforme el pueblo se iba apartando de la Alianza pactada con el
Señor, los profetas iban haciendo ver que Dios los castigaría
con la maldición, con la pérdida de la tierra y de
la independencia (Cfr. Miq. 3,12; Hab. 1, 5-11). Fue sobre todo
el profeta Jeremías quien anunció de una manera muy
clara que Dios castigaría las infidelidades del pueblo por
medio de Babilonia y en concreto por medio de su siervo Nabucodonosor.
Este anuncio devastador le acarreó a Jeremías muchos
problemas: Incomprensiones de los suyos que lo tachan de traidor
(Jer. 37, 11-16), enfrentamiento con profetas falsos (Jer. 28).
1.2
El exilio
En el año 697 sucede la primera invasión de los Babilonios
sobre Jerusalén. El rey Joaquín se rinde, y junto
con la reina madre y unos 10,000 judíos son deportados a
Babilonia. En el año 586 cayó la ciudad de Jerusalén
que fue destruida, el templo fue incendiado. Una segunda deportación
a Babilonia se llevó a cabo. Con esto terminó el reino
de Judá o del Sur (Cfr. 2 Re. 24-25). Poco después,
en el 582 hubo una tercera deportación (Jer. 52,30). Muchos
permanecieron en la patria en condiciones bastante precarias, otros
huyeron a Egipto por temor a represalias de los babilonios (Jer.
39-45).
La destrucción de Jerusalén y el exilio en Babilonia
fueron un golpe durísimo para los judíos, especialmente
para aquellos que fueron deportados a Babilonia. Bajo el aspecto
socio-político se habían quedado sin rey, sin reino,
sin independencia, sin tierra propia. Aún cuando no estaban
siendo esclavizados, sin embargo eran ciudadanos de segunda categoría,
eran los extranjeros que estaban fuera de su patria que había
quedado en ruinas (Cfr. Sal 137).
Bajo el aspecto religioso, la situación no era menos dolorosa:
Sin templo, sin culto, sin sacrificios, creían que su Dios
Yahvéh los había abandonado, siendo Él infiel
a la Alianza, comportándose de una manera injusta (Ez. 18,2),
o que los dioses de Babilonia eran más poderosos. La crisis
de fe era muy grande.
1.3 Maestros durante el
exilio
En el período del exilio, Dios se valió de distintos
grupos de personas que ayudaron al pueblo a reflexionar, le hicieron
caer en la cuenta de su pecado y lo animaron con la esperanza de
la restauración. Fueron ellos los deuteronomistas, los sacerdotes
y los profetas.
-
Los deuteronomistas: Personas imbuidas de
la letra y del espíritu del Deuteronomio -libro de la
Alianza- hicieron ver al pueblo que su suerte se debía
a las infidelidades a la Alianza pactada con el Señor.
A la luz de esta Alianza, escribieron la historia del pueblo
desde la conquista hasta la pérdida de la tierra. Es
la obra historiográfica deuteronomista que va desde el
libro de Josué hasta el segundo de Reyes.
-
Los sacerdotes: Con una visión optimista
escribieron la tradición sacerdotal que atraviesa todo
el Pentateuco. Esto lo llevaron a cabo porque se sintieron en
una situación similar a la del pueblo que estaba en el
desierto antes de la conquista de la tierra prometida. Además
fomentaron la práctica de aquellas observancias como
el descanso sabático, la circuncisión, las leyes
de pureza ritual, etc. que distinguían a los del pueblo
elegido de los extranjeros. Fue naciendo paulatinamente el "judaísmo".
-
Los profetas: Fueron maestros de los exiliados:
Jeremías: Que desde la patria, instruye a los deportados
(29), denuncia los pecados del pueblo, anuncia el castigo, pero
a la vez, ante el fracaso de la alianza antigua, hace el solemne
anuncio de una Nueva Alianza sellada en lo más íntimo
de las personas ( Jer. 31, 31-34).
Ezequiel: Que en el destierro es llamado a profetizar en medio
de sus compatriotas, en el primer período de su ministerio
antes de la caída de Jerusalén, recibe el encargo
de ser el acusador de su pueblo, un pueblo rebelde de oídos
duros (Ez. 1-3).
Después de la destrucción de Jerusalén
ya no es llamado a lanzar amenazas, pues el castigo se ha cumplido,
sino a suscitar en el pueblo la esperanza de la restauración.
Por eso anuncia la nueva y definitiva alianza de quedar purificados
con el agua, y al infundirles Dios un nuevo corazón y
un nuevo espíritu (Ez. 36, 24-38; 16, 59-63).
En la visión de los huesos que recobran la vida contempla
al pueblo que se siente muerto, sin esperanza, y a quienes Dios
les devuelve la vida (37, 1-14)
1.4 Valoración del
exilio
El exilio marca un punto muy importante en la historia salvífica
del pueblo. Por una parte apareció plenamente su infidelidad
a la alianza y por lo tanto el merecimiento del castigo. Pero por
otra parte, el exilio sirvió como algo purificador.
El pueblo aprendió a conocer mejor
a Yahvéh.
Comprendió su responsabilidad como
testigo de Dios ante los demás pueblos.
Aprendió a perder "seguridades":
Monarquía, tierra, lugar de encuentro y decisión.
Sólo la gracia de Dios hizo posible el perdón,
la restauración y el nuevo comienzo:
"Y sabrán que yo soy el Señor cuando los
lleve a la tierra de Israel, al país que con la mano
en alto juré dar a sus padres. Allí, cuando se
acuerden de su conducta y de las malas obras con que se contaminaron,
sentirán asco de ustedes mismos por las maldades que
cometieron. Y sabrán que yo soy el Señor cuando
los trate como exige mi nombre, no según su mala conducta
y sus obras perversas, casa de Israel - Oráculo del Señor
-" (Ez. 20, 42-44).
Esto es todo lo que he encontrado. A lo mejor no os soluciona nada. Si ese es el caso lo siento :(