Las diez plagas de Egipto también conocidas simplemente como
las diez plagas o
las plagas bíblicas son una serie de calamidades que, según el
Antiguo Testamento y la
Torá,
Dios infligió a los egipcios para que el
faraón dejara partir a los hebreos de
Egipto.
La narración aparece en el segundo libro del
Pentateuco, el
Éxodo (en hebreo
Shemot). Este libro describe como
Moisés y
Aarón
aperciben al faraón que, de no liberar a su pueblo, Dios les
castigaría, de manera sucesiva, con diez grandes males que caerían sobre
Egipto. Conforme al relato, sólo después de los enormes padecimientos,
el faraón autorizó que los israelitas abandonaran Egipto.
Moisés y Aarón se acercaron al Faraón, y le entregaron la demanda
encomendada por Dios, que exigía que los esclavos israelitas pudieran
salir de Egipto a fin de que pudieran adorar a su Dios libremente. Tras
una primera negativa del faraón, Dios envió a Moisés y a Aarón de nuevo a
mostrarle un milagroso signo de advertencia. La vara de Aarón se
convirtió en una serpiente. Los brujos del faraón también pudieron
convertir una vara en serpiente, sin embargo su serpiente se trago a las
serpientes de los brujos. Aún así el faraón rechazó las peticiones de
los hermanos.
Las 10 plagas
I - Sangre (Éxodo 7:14-25)
La primera plaga fue la de la
sangre. Dios dio instrucciones a Moisés para que le dijera a Aaron que levantara su báculo sobre el río
Nilo. Como consecuencia, toda el agua se convirtió en
sangre,
matando todos los peces del río y llenando Egipto de un olor
nauseabundo. Los hechiceros de Faraón demostraron entonces que también
ellos podían convertir el agua en sangre, y el faraón, por lo tanto, no
cedió ante las demandas de Moisés.
II - Ranas (Éxodo 7:25,8:1-15)
La segunda plaga de Egipto fueron las
ranas.
Dios dio instrucciones a Moisés de que dijera a Aarón que estirase su
vara sobre el agua, y hordas de ranas invadieron Egipto. Los hechiceros
de Faraón fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia. Sin
embargo, dado que no pudieron eliminar la Plaga, el Faraón se vio
obligado a conceder el permiso de salir a los israelitas a Moisés, a
cambio de que éste accediera a acabar con la Plaga. Para convencer al
Faraón de que realmente la plaga era un castigo divino, Moisés dejó que
el Faraón eligiera el momento en el que terminaría la plaga. El Faraón
eligió como fecha el día siguiente, y todas las ranas murieron a la hora
señalada. Sin embargo, el Faraón revocó su autorización, y los
Israelitas permanecieron en Egipto.
III - Mosquitos (Éxodo 8:16-19)
La tercera plaga de Egipto fue Kinim, diversamente traducida como
Mosquitos,
Piojos o
Pulgas.
Dios instruyó a Moisés: "Dile a Aarón que tome su vara y golpee en el
polvo". Tras hacer esto, la arena se convirtió en una masa de mosquitos
de la cual los Egipcios no podían deshacerse. Los Hechiceros Egipcios
declararon que este acto fue el "
Dedo de Dios" y fueron incapaces de reproducir sus efectos con su magia.
IV - Animales silvestres (Éxodo 8:20-32)
La cuarta plaga de Egipto fueron los
animales salvajes, capaces de dañar personas y ganado. La Torá subraya que el enjambre sólo atacó a los Egipcios, y que no afectó a la
Tierra de Gosén
(donde los Israelitas vivían). El Faraón le pidió a Moisés que
eliminase esa plaga y prometió, a cambio, permitir a los israelitas la
libertad. Sin embargo, después de que la plaga desapareciera, el Faraón
"endureció su corazón" y se negó nuevamente a mantener su promesa.
V - Pestilencia (Éxodo 9:1-7)
La quinta plaga de Egipto fueron unas
enfermedades epidémicas que exterminaron a los
ganados
egipcios; ya fueran, caballos, burros, camellos, vacas, ovejas o
cabras. El ganado israelita resultó, una vez más, ileso. De nuevo, el
Faraón no hizo concesiones.
VI - Úlceras y sarpullido incurable (Éxodo 9:8-12)
La sexta plaga de Egipto fue una enfermedad cutánea, que suele traducirse como "
Úlcera" o "
Sarpullido".
Dios les dijo a Moisés y Aarón que cada uno tomase dos puñados de
hollín de un horno, el cual Moisés dispersó en el cielo en presencia del
Faraón . El hollín provocó úlceras en el pueblo y
ganado Egipcio. Los hechiceros Egipcios fueron afectados junto con todos
los demás y fueron incapaces de sanarse, mucho menos el resto de
Egipto.
VII - Granizo de fuego y hielo (Éxodo 9:13-35)
La séptima plaga de Egipto fue una destructiva
tormenta.
Dios le dijo a Moisés que estirase su vara hacia el cielo, punto en el
cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que la plaga
anterior, una poderosa ducha de
granizo mezclada con
fuego. La tormenta dañó gravemente a los
huertos y
cultivos egipcios, así como a las personas y al ganado. La tormenta azotó todo Egipto excepto por la
Tierra de Gosén
. El Faraón le pidió a Moisés que eliminara esta plaga y prometió
permitir a los Israelitas adorar a Dios en el desierto, diciendo que
"este tiempo he pecado; Dios es justo, yo y mi pueblo somos malvados".
Como una demostración de dominio de Dios sobre el mundo, la lluvia se
detuvo tan pronto como Moisés comenzó a orar a Dios. Sin embargo,
después de que la tormenta cesara, el Faraón de nuevo "endureció su
corazón" y se negó a mantener su promesa.
VIII - Langostas (Éxodo 10:1-20)
La octava plaga de Egipto fueron las
langostas.
Antes de la plaga, Moisés llegó al faraón y le advirtió de la inminente
plaga de langostas al Faraón, los funcionarios del Faraón le suplicaron
que permitiera que los Israelitas fueran libres, ya que iban a sufrir
los efectos devastadores de una plaga de langostas, pero éste aún era
renuente a ceder. El orador propuso entonces un compromiso: Los Hombres
Israelitas serían autorizados a marcharse, mientras que las mujeres,
niños y ganado se quedarían en Egipto. Moisés demandó que cada persona y
animal se fuera, pero el Faraón se negó. Dios entonces le dijo a Moisés
que estirase su vara sobre Egipto y recogió un viento del este. El
viento se mantuvo hasta el día siguiente, cuando se trajo un enjambre de
langostas. La nube cubrió el cielo, arrojó sombras sobre Egipto, y
consumió el resto de los cultivos egipcios, acabando con todos los
árboles y las plantas. El Faraón volvió a pedirle a Moisés que eliminase
esta plaga y se comprometió a permitir que todos los israelitas
pudiesen adorar a Dios en el desierto. La plaga desapareció, pero de
nuevo no permitió a los israelitas salir.
IX - Oscuridad (Éxodo 10:21-29)
En la novena plaga, Dios le dijo a Moisés que estirase sus manos al
cielo, para que la oscuridad cayera sobre Egipto. Esta oscuridad era tan
pesada que un egipcio podía sentirla físicamente. Duró tres días,
tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas de los israelitas. El
Faraón entonces hizo llamar a Moisés y le dijo que dejaría salir a todos
los Israelitas si las tinieblas eran retiradas de su tierra. Sin
embargo, exigió que las ovejas y vacas se quedasen; Moisés lo rechazó y
dijo que en poco tiempo el Faraón ofrecería muchos animales para ser
sacrificados. El Faraón, indignado, amenazó con ejecutar a Moisés si
volvía a aparecer ante él. Moisés contestó en efecto que no visitaría al
Faraón nuevamente.
Esta novena plaga era una especialmente significativa. Se trataba de un ataque directo al Faraón, ya que
Ra, era el dios Egipcio del Sol. La plaga de oscuridad demostraba que el Dios de Moisés era más poderoso que el del Faraón.
X - Muerte de los primogénitos (Éxodo 11:1-12:29-51)
La décima y última plaga de Egipto fue la
muerte
de todos los primogénitos de Egipto -nadie escapaba, desde el más bajo
funcionario hasta el propio primer hijo del Faraón, pasando por los
primogénitos del ganado. Antes de dicha plaga, Dios mandó a Moisés a
informar a todos los israelitas de la sangre del
cordero
que debían poner en sus puertas, para que Jehova (Yahve en Hebreo, no
el ángel de la muerte, como comúnmente se pensaba - ver Éxodo 12:12-13)
pasase de sus puertas y, así, pudiesen evitar que todos los primogénitos
israelitas murieran. Este fue el más duro golpe a Egipto y la plaga que
finalmente convenció al Faraón de que debía liberar a los israelitas.
Después de esto, el Faraón, furioso y triste, ordenó a los israelitas
desaparecer, dejándoles tomar lo que quisieran. Los israelitas no
vacilaron y al final de esa noche los llevó a Moisés de Egipto con
"armas erige".
Interpretación científica
Expertos de todo el mundo ofrecen diversas explicaciones científicas,
muchas veces controvertidas, que darían cuenta de las diez plagas
bíblicas y del éxodo masivo del pueblo hebreo de Egipto.
En el documental «
El Secreto de las diez Plagas» de
National Geographic,
apuntan a dar una serie de explicaciones climatológicas sobre cómo
podrían haberse dado las 10 plagas de forma natural. Por ejemplo,
explican que la causa podría haber comenzado con la erupción del volcán
de la isla de
Santorini,
Grecia, en torno al año
1500 a.C. que habrían provocado terremotos que causarían escapes de
dióxido de carbono y de
hierro cerca del
Nilo, los cuales al entrar en contacto con el
oxígeno, formarían
hidróxido de hierro; este tornaría el
agua de color rojo, desencadenando una serie de sucesos que explicarían las diez plagas.